Magia y alquimia de las ideas

Disquisiciones, comentarios, sabidurías, ignorancias y otras yerbas de un aprendiz de Druida casi treintañero que gusta de la reflexión tranquila de los asuntos de la vida.

martes, abril 25, 2006

DINK 2

Hace unos días salió una nota en clarín sobre las parejas que deciden no tener hijos, y el comentario que hizo Podeti en su blog es, a mi entender, imperdible, reproduzco al final los links y el contenido.

A las ridiculeces que ya de por si destaca Podeti hay que agregar la incapacidad de esta gente y del periodista que hizo la nota para "hacer números". Estas es una reflexión que hice cuando "tomé conciencia real" de que iba a ser padre, unas dos semanas después de que diera positivo el test de embarazo. Si te ponés a sacar cuentas de lo que te cuesta mantener a un hijo, te das cuenta de que ese gasto no hace la diferencia entre ser millonario o no. Si tus ingresos te alcanzan para comprarte un BMW tener un hijo (o dos, o tres) no te va a convertir en pobre. De la misma manera que si sos pobre, no tener hijos no te va a hacer significativamente más rico. Hay muchos millonarios con varios hijos y muchos indigentes sin hijos.

La nota original:

http://www.clarin.com/diario/2006/04/19/conexiones/t-01180203.htm

Al fin solos
Crece la tendencia de los childfree que se abstienen de tener hijos: los consideran una imposición social, una carga financiera y un capricho personal. En la Argentina ya hay propuestas turísticas para el segmento.

Al ritmo que caen las tasas de natalidad, la tendencia aumenta sobre todo en Europa: hombres y mujeres deciden no tener hijos y reivindicar esta opción luchando contra la presión social que dicta la procreación como un deber. El movimiento se llama childfree (algo así como libres de niños): algunos solteros, otros casados, transitan su elección no como una falta ni como una ausencia, sino como una liberación. Se preocupan por los peligros de la superpoblación mundial, por su desarrollo profesional y económico y se enorgullecen de librarse del mandato que los presuponía padres y madres en potencia. No sólo eligen no tener hijos, además son militantes de un nuevo estilo de vida y el mercado ya los ha catalogado como consumidores premium bajo la categoría DINK (“double income, no kids”, es decir: doble ingreso, sin niños).
“No estamos en contra de la gente que tiene hijos, estamos en contra de la presión social que fuerza a la gente a tomar decisiones que no pueden revertirse y que son dañinas para los padres y el hijo”, explica la Asociación Mundial Childfree, con sede en Australia. Por su parte, la asociación británica Kiddin Aside brinda espacios para temas importantes en la agenda de un childfree: el encuentro con pares, información sobre leyes laborales (“¿Por qué un empleado con hijos obtiene más licencias que un empleado sin hijos?”, se preguntan), métodos anticonceptivos y de esterilización (a la que muchos médicos se oponen, sobre todo cuando se trata de personas jóvenes). En un mundo en el que como mínimo considera un poco raro el deseo de no tener hijos, los childfree buscan formar redes de contención. No Kidding! se propone como club social internacional, de la mano de numerosos sitios, que se reproducen en Internet desde diferentes partes del mundo.
Catherine Hakim, de la London School of Economics sociologist estuvo buceando en las estadísticas de natalidad de la comunidad europea y llegó a la conclusión de que en muchos países de ese continente el 10% de las mujeres llega a los 45 años sin tener hijos. De hecho, la investigadora dice que el 20% de las mujeres europeas no tienen hijos y que en Alemania (el país con la tasa más alta de mujeres sin hijos) la cifra trepa al 30%. Argentina se mantiene al margen de esta tendencia con un promedio de 2.4 hijos por mujer (el promedio en Europa es 1.4), únicamente la Ciudad de Buenos Aires, con un promedio del 1.8, está por debajo del reemplazo generacional.
“Cuando tener hijos se convierte en un tema de conversación, y planteo que no quiero tenerlos, la gente suele subestimar la decisión, dicen ‘ya vas a ver que después vas a cambiar de opinión’”, cuenta Julia, una periodista de 28 años. “Mis razones no tienen nada que ver con el estilo de vida, la profesión o el dinero, creo que esas son cuestiones que no aportan nada a la decisión de tener un hijo. Pero no comparto la concepción tradicional de familia, no quiero formar una y me espanta el lado egoísta de tener un hijo, la imposición de un modelo de vida. Si no logro encontrar y sostener la forma de tener un hijo fuera de los cánones establecidos, prefiero abstenerme.”
Si para Julia la elección de no ser madre pasa por los carriles más íntimos, para otros la idea se asocia a disfrutar la vida y, obviamente, a la capacidad de consumo: “Los chicos son una carga financiera en la familia. Mientras otros llevan a sus chicos a McDonald’s, nosotros nos vamos en nuestras motos BMW a México. Ellos estaban comprando ropa y libros escolares mientras yo aprendía a volar un aeroplano. Podemos sonar codiciosos queriendo comprar cosas para nosotros a costa de no tener hijos. No fue ese tipo de elección. No íbamos a tener hijos de todos modos”, aclara Roger, un miembro norteamericano de No Kidding!
A nivel local son pocos los emprendimientos que apuntan a ese segmento, pero existen algunos: en el Valle de Traslasierra (Córdoba) el complejo de Cabañas Rancho Paradise ofrece romanticismo y tranquilidad. Allí no se aceptan niños y los motivos están bien claros: “El complejo está acondicionado para adultos, nuestras cabañas tienen una escalera y un primer piso balconado hacia el interior (no recomendables para los chicos). No tenemos cancha de fútbol ni de nada. Las noches son muy románticas. Al ser sólo parejas el clima es diferente, podés leer en la pileta que nadie te va a pegar con un flota flota en la cabeza”, explica Andres Bernadzki, uno de los dueños.
Para él, que a sus 40 años no tiene hijos, la iniciativa comenzó a partir de su propia inquietud: “Cada vez que salía de vacaciones con mi novia, no encontraba lo que buscaba: un lugar donde estar tranquilos, por eso desde el principio apuntamos a este segmento”. En la misma búsqueda de tranquilidad se encontró Ricardo Nogueira promediando los 50, con los hijos ya grandes y con una idea clara del valor del tiempo para compartir en pareja. Por eso en Suites de la Colina, en La Cumbrecita, tampoco aceptan niños y además son gayfriendly. “Ofrecemos tranquilidad e intimidad, lejos del bullicio de los chicos”, dice Nogueira. Y aclara: “Ojo, no soy chicofóbico, pero hay un momento y un lugar para cada cosa”.

El comentario de Podeti

http://weblogs.clarin.com/podeti/

¡"NIÑOFOBIA": EL NUEVO ESTILO DE DISCRIMINACIÓN QUE HACE FUROR ENTRE LOS CONSUMIDORES DE CELULARES Y BEBIDAS ENERGIZANTES!

Este es el FPP (Frecuentemente Preguntadas Preguntas) de los Dinks, Childfree o Parejas sin Hijos, contestadas por la persona menos indicada, es decir un orgulloso padre (y ligeramente resentido):

¿QUÉ TIENE DE MALO SER UN DINK (Double Income No Kids, o “Doble Ingreso Sin Chicos”)?

¡Nada! A menos, claro, que no te agrade ser designado como una TIPOLOGÍA ESTADÍSTICA en las investigaciones de mercado de las tarjetas de crédito; Pero teniendo en cuenta las razones que dan algunos “Child-Free” para explicar su estilo de vida, parece que eso LES ENCANTA!

¿ACASO NO ES PREFERIBLE IR EN NUESTRAS MOTOS BMW A MÉJICO ANTES QUE LLEVAR A NUESTROS CHICOS A MACDONALDS?

Clarto; es exactamente lo que pensé cuando decidí tener un hijo: Mmmmhhh, ¿acaso tener un hijo no seá un obstáculo para ir con mi MOTO BMW a Méjico? ¿Y qué hay del aladeltismo? ¿Y mis prácticas de BUCEO ENTRE TIBURONES? Y cuando estaba punto de descartarlo, dije: ¡Un momento, sólo practico esas actividades en mi VIDA IMAGINARIA en la que soy el protagonista multimillonario y musculoso de una CAMPAÑA PUBLICITARIA de TELÉFONOS CELULARES! Y a partir de ahí tuve un hijo, al que por supuesto llevo todos los días a Mac Donalds, que es la máxima diversión que los DINKS suponen que tenemos con nuestros retoños!

¿NO ES VERDAD QUE HABRÍA QUE HACERNOS UN MONUMENTO PORQUE NO CEDEMOS A LA PRESIÓN SOCIAL DE TENER HIJOS?

¡Claro! Porque por eso tenemos hijos los padres de familia: para conformar a la Tía Carlota, a quien vemos cada dos años y a la que, desde que empezó a concurrir al grupo de autoayuda para obsesivos de la limpieza se la ve un 12 % mejor; los MILENIOS de PROGRAMACIÓN GENÉTICA y BIOLÓGICA que cargamos todos los seres humanos, sin excepción, en cambio, no tienen nada que ver. ¡Un momento: ahora que lo pienso, eso es lo que opino en MI OTRA VIDA IMAGINARIA en la que soy un personaje de “Rebelde Way”!

¿ACASO LA GENTE NO TIENE HIJOS POR MOTIVACIONES EGOÍSTAS?

¡Sí! Claro que el 99 % de las actividades humanas se realiza por motivaciones egoístas, desde el amor romántico a la actividad artística, pasando por el trabajo, la militancia política y la cocción de huevos fritos.

¿Y POR QUÉ LOS DINKS NO TENEMOS LOS BENEFICIOS SOCIALES QUE TIENEN LOS PADRES DE FAMILIA?

Aaah, me rindo. ¿Será porque los padres de familia tenemos una persona más en la familia que no trabaja (a menos que la mandemos a fabricar zapatillas a algún taller textil ilegal)? No, claro; debe ser por otra cosa.

¿POR QUÉ LOS DINKS NO TENEMOS LUGARES DONDE PODAMOS DISFRUTAR SIN ESCUCHAR BERREAR A LOS NIÑOS O QUE NOS TIREN UN PELOTAZO POR LA CABEZA?

¡Es cierto! Deberían inventar algo llamado “habitación doble”. Incluso se le podría darle una vuelta más retorcida al asunto y inventar algo llamado “albergue transitorio” o “películas para adultos” o “salidas de trasnoche” u “orgías”. Aaaah, pero la TIRÁNICA PRESIÓN SOCIAL para que todos tengamos niños evita que se realicen estos emprendimientos.

¿ACASO ESTÁS DICIENDO QUE SOMOS UNA ESPECIE DE HISTÉRICOS?

Bueno, yo no me quejo por tener que soportar la charla inane sobre ropa, recitales y celulares de la gente de menos de treinta años, y en todo caso presenté una solución más humana que la lisa y llana marginación. Y siempre trato con benevolencia a los DINKS que semana por medio chocan con sus aladeltas contra la medianera de mi casa.

PUSE UN HOTEL DONDE SE PROHIBE TRAER NIÑOS. ¿SOY, POR ESTO, UN “CHICOFÓBICO”?

¡En absoluto! Así como tampoco se lo podría acusar, siguiendo esta lógica impecable, de racista o nazi si prohibiera que entren negros, judíos, gitanos u orientales. Usted está en todo su derecho de hacerlo. Eso sí, no sé si es muy LEGAL, teniendo en cuenta que hay leyes ANTIDISCRIMINACIÓN, pero algún abogado podrá aclarar el asunto; Claro que es posible en estas leyes entren todos los grupos humanos menos, claro, el grupo más indefenso de todos, porque total muy bien no se les entiende cuando van a hacer su pequeña denuncia al INADI.

¿PERO POR QUÉ TANTA SAÑA? ¿NO TENEMOS DERECHO A NO TENER HIJOS?

Bueno, no me voy a meter en temas legales (aunque mis abogados están estudiando el caso a ver si podemos proponer algo en el Congreso), pero supongo que me daría la misma bronquita escuchar que alguien se niega, simplemente por tozudez, a comer huevos fritos o a escuchar música o a hacer las mejores cosas de la vida. Pero no me escuchen a mí, que soy un pobre infeliz, sino a los directivos de las asociaciones antiniños, que después de todo haberse ido en moto BMW a Méjico es todo un currículum. Chaucete.

2 Comments:

At 11:13 a.m., Blogger VG said...

Mis respetos para con quienes deciden no tener hijos, el problema es cuando alguien plantea cosas como:

"Por los doscientos pesos mensuales que gasto en mis hijos no podré comprarme una mansión de un millón de dólares"

Andá!

 
At 4:27 p.m., Anonymous Anónimo said...

Nah, no es mi caso. Yo decido no tenerlos simplemente porque estoy seguro de que no podría hacerlos felices.

 

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