Magia y alquimia de las ideas

Disquisiciones, comentarios, sabidurías, ignorancias y otras yerbas de un aprendiz de Druida casi treintañero que gusta de la reflexión tranquila de los asuntos de la vida.

jueves, diciembre 29, 2005

Cómo tratar con personas que fueron estafadas

Este post nació como un comentario que puse acá:

http://eduardofabregat.blogspot.com/2005/12/mentiras-y-verdades.html

Algo de lo que me estoy dando cuenta últimamente y que sirve para todas las cosas de la vida, es que no hay que ser sarcástico, ácido, hiriente, cuando uno le demuestra a otra persona que está equivocada. Creo que Fabregat tiene razón en lo que dice, pero también tiene que pensar que los seguidores de una banda musical suelen cometer el error de creer que porque hacen buena música, o porque las letras expresan sus sentimientos, necesariamente tienen que ser buenas personas.

Hace muchos años, en la época de los radioteatros, había mujeres fanáticas de éstos programas, que cuando en la calle reconocían al locutor que encarnaba los personajes malvados, lo agarraban a carterazo limpio. No sabían reconocer el límite entre la realidad y la ficción.

Alejandro Dolina ha mencionado en distintos reportajes que a él le sucede algo parecido con algunos de sus oyentes que consideran que su gusto por el tango y las cosas de barrio que demuestra en sus programas de radio y tv implica que en su vida personal él tiene que ser de la misma forma, y que se sienten traicionados cuando conocen, por ejemplo, que él se moviliza en un moderno y poco arrabalero peugeot 405.

Con los seguidores de Callejeros ocurre algo similar.

Así las cosas, muchos seguidores de callejeros están en estos meses dándose cuenta de que vivieron engañados. Les pasa lo mismo a muchos seguidores de otras bandas, a las que (ahora nos damos cuenta) la desgracia no las alcanzó solo porque tuvieron muchísima suerte. Hay que tener respeto por las personas que tienen vergüenza (conciente o inconciente) de admitir que se equivocaron, que las personas que creían buenas no lo eran.

Hace un tiempo leí en una página que hablaba sobre las estafas más frecuentes, y decía que lo peor que les pasa a las personas que caen en “cuentos del tío” no es el dinero que pierden sino la cara de boludo que les queda cuando se dan cuenta de cómo fueron estafados. La mayoría no hace la denuncia porque saben que el policía a quien le cuenten lo sucedido se va a estar mordiendo los labios para no reírseles en la cara. Lo mismo cuando se lo tienen que contar a su pareja o familiares. Hay que ser comprensivos con quien fue estafado. Hay que comprender que va a hacer todo lo posible por negar la realidad. Incluso va a mentir, no hay que sorprenderse. Va a atacar violentamente a quien le muestre la realidad. Hay que tener tacto, y decirle la verdad de a poco, decirle que no es el primero que cae en el engaño, y que tampoco va a ser el último, que quienes lo estafaron son profesionales, etc.

Imagínense a un adolescente, buscando emanciparse de los padres, empieza a quejarse de que las protecciones que le dan lo agobian, y tiene razón en lo que dice, los padres nunca se dan cuenta a tiempo cuando tienen que dejar de tratar a sus hijos como nenes y empezar a darles un poco de soga. Y está bien que los adolescentes reclamen un poco de libertad. Es natural.

Entonces, el adolescente buscando libertad, va a recitales, se hace seguidor de una banda que lo identifica en sus sentimientos, y defiende la reputación de la banda que le gusta frente a sus familiares, amigos, etc, porque la tiene asociada a su propia libertad, y también habla mal de los inspectores municipales, que son todos represores, que no los dejan divertirse, que el único motivo por el que les sacaban las bengalas es para arruinarles la fiesta, etc.

Ahora, con la tragedia, se da cuenta de que los inspectores en realidad los estaban cuidando, y los verdaderos malvados eran los que él defendía.

Pero, como la banda musical está en su psiquis (equivocadamente) asociada a su propia libertad, para el adolescente, admitir que esa banda musical es algo malo, es sinónimo de decir que su propia libertad es algo malo.

Comprendamos que para la psiquis de un seguidor de Callejeros, admitir que la banda es responsable de la tragedia, o que los inspectores municipales no hacen las cosas para arruinarles la fiesta, es equivalente a decirle a sus padres “sigan tratándome como si fuera un nene de diez años, sigan poniéndome las mismas restricciones que cuando era chico”

¿Ustedes le dirían eso a sus padres? Verdad que no, ¿no?.

Bueno, comprendan que los seguidores de Callejeros tampoco lo van a hacer. Si les quieren hacer un bien, háganles darse cuenta de que admitir que se equivocaron es un paso hacia una adultez sin ídolos falsos, y sobre todo, una adultez en la que no volveremos a caer en el cuento del tío. Y una madurez en la cual, si voy a un boliche y no hay matafuegos, me vuelvo a mi casa, independientemente de que tanto me guste la banda que ahí toca. Que la calidad artística no tiene nada que ver con la calidad moral, y que no tiene por qué ser así. Cuando todos actuemos de esta forma, los inspectores no van a ser necesarios.

4 Comments:

At 9:00 p.m., Anonymous Anónimo said...

lo que ocurrio en cromañon ,es precisamente que NO HUBO INSPECTORES PORQUE RECIBIAN COIMAS

 
At 1:16 a.m., Blogger Emma said...

Hola! Llegué al blog de casualidad, y estuve leyendo algunos de tus posts, y me gustaron mucho.
Veo que te gusta citar a Dolina =D
En cuanto a este post, coincido bastante con lo que decís: los chicos jamás aceptarían que Callejeros tiene la culpa de algo.

Saludos!

 
At 5:45 a.m., Blogger MentesSueltas said...

En mi caso, como un resumen intimo, ese dìa publique un homenaje a los chicos...
Es todo lo que siento, por ahora.

http://mentessueltas.blogspot.com/2005_12_01_mentessueltas_archive.html.

Un abrazo.

 
At 10:58 a.m., Blogger Nicolás Toranzo said...

Creo que tenes razon en muchas cosas de lo que decis.

Muy bueno el blog.

 

Publicar un comentario

<< Home